'The Hangover III', la ultima resaca

Título: The Hangover Part III (R3sacón)
Director: Todd Phillips
Guión: Todd Phillips, Craig Mazin (basado en los personajes de Scott Moore y Jon Lucas)
Fotografía: Lawrence Sher
Año: 2013
Duración: 100 min.
País: Estados Unidos
Productora: Legendary Pictures / Green Hat Films / Warner Bros.
Reparto: Bradley Cooper, Ed Helms, Zach Galifianakis, Ken Jeon, Justin Bartha, John Goodman, Heather Graham, Melissa McCarthy, Jeffrey Tambor, Gillian Vigman, Sasha Barrese, Jamie Chung, Mike Epps

Se acabaron las fechorías por parte del 'Wolfpack'. Eso es. 'The Hangover III' es la tercera y última parte de las aventuras y desdichas del grupo formado por Ed Helms (Stu), Bradley Cooper (Phil), Zach Galifianakis (Alan), y un Justin Bartha (Doug) que, como siempre, brilla por su ausencia. Es un resacón diferente al que nos tenía acostumbrados Todd Phillips en sus dos predecesoras, pero eso, a priori, no es significativamente malo, ni bueno tampoco: sólo da a sus personajes un nuevo fondo sobre el que trabajar, el de la comedia de acción (con ciertos aires a road movie que tan buen resultado le ha dado siempre a Phillips). Este es el Resacón de los otros dos resacones.

En esta última aventura, Alan (Galifianakis) acaba de perder a su padre (Jeffrey Tambor) de un ataque al corazón. A consecuencia de esto, su madre insta a Doug (Bartha), Phil (Cooper) y Stu (Helms) para que se lo lleven a una institución mental en Arizona. Por el camino, serán secuestrados por Marshall (John Goodman), el tipo propietario de las drogas que el "Doug negro" (Mike Epps) le vendió a Alan en 2009 (The Hangover), que clama venganza por ese hecho...

Momento Beatles en The Hangover Part III

¿Qué significa que "este es el Resacón de los otros dos resacones"? Bien, volvamos al año 2009. El 5 de junio se estrenaba en las salas de los Estados Unidos este fenómeno que conquistó a la cartelera (recaudó casi 14 veces su presupuesto de 35 millones US$) y los corazones de los espectadores: el wolfpack se emborrachaba, se drogaba, iba de putas, robaba un coche de policía, mostraba poco respeto por el tigre de Mike Tyson, y, además, gustaba. Cuando, 2 años más tarde llegó The Hangover Part II, Todd Phillips repitió fórmula (¡ahora en Tailandia!), y volvió a conquistar la taquilla. Los números engañan, pues esta entrega de las peripecias de Alan, Stu y Phil, aún superando la recaudación de su predecesora por unos 110 millones US$, no fue tan rentable (7 veces su presupuesto). Además, fue algo criticada, evidente y justificadamente, por la repetición de esquema y hasta algunos gags reminiscentes de la primera parte.

Así pues, The Hangover III significa un tipo de "limpieza" del organismo para Phillips, un cambio de fórmula en aras de satisfacer a un público que, a priori, parecía estar harto de ver a los mismos personajes pasar por situaciones tan similares una vez y otra. Es la resaca que nos han traído sus dos predecesoras: el Resacón de los resacones. El acierto del director y guionista es hacer que todo el peso de la comedia se pose sobre los hombros de Galifianakis y Ken Jeon, convirtiendo a Helms y Cooper en meros compañeros de viaje para la maduración del personaje de Galifianakis, y por consiguiente, algo abandonados en muchos gags. Merece una mención especial Melissa McCarthy, que protagoniza algunas de las mejores escenas del filme.

Este Alan, siempre dando la nota...

En ciertos momentos, la película peca de sentimentalismo hacia una trilogía que termina (constantes referencias a las dos aventuras del trío protagónico), y hay una sospechosa cantidad de maltratos animales (pollos forzados al canibalismo y el consumo de cocaína,  uno de estos pollos asesinado como cierto personaje en One Flew Over the Cuckoo's Nest, decapitación de una jirafa...), que aparecen como sátira posiblemente hacia las quejas de la PETA sobre el mono fumador de la segunda parte, a la que, por cierto, The Hangover Part III es claramente superior. Esto, no obstante, no impide disfrutar una vez más de las locuras de Alan y su manada en la que parece será su última resaca.

Lo mejor: el prólogo, el epílogo, y la escena post-créditos, el exceso del que echa mano Todd Phillips para recordarnos que, al fin y al cabo, esto es Resacón. Ah, y ¡una banda sonora magnífica!
Lo peor: a mi parecer no se aprovecha del todo la presencia del siempre carismático John Goodman.

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